La Luna representa la espiritualidad, ya que siempre está ahí para nosotros, como Dios nuestro Señor solo hay que voltear a verla.

Cuando visites Luna 27 asegúrate de olvidar todo y dejar tus cargas atrás, para que después de un monto de relajación y tranquilidad, sea el inicio de un nuevo ciclo.

¿Saben cómo nació el nombre de Luna 27?

Mi hija y yo acostumbramos ir a correr; éste hábito lo inicié a raíz de circunstancias difíciles por las que pasé, así que decidí liberarme a través del deporte y pasar tiempo con mi familia.

Una noche, corriendo sobre calzada San Pedro, mi hija y yo disfrutábamos de la rutina cuando de repente comenzó a llover.

Pensábamos, nos detenemos o seguimos. Total, decidimos continuar y justo al final de la pista la lluvia cesó. En eso alcé la mirada al cielo y pude ver la Luna, resplandeciente y luminosa; sentí por dentro una sensación de paz y un pensamiento se presentó: Siempre existe una luz en medio de la oscuridad o la tempestad, a pesar de que no la veamos siempre, está ahí.

Para mí, la luna representa la espiritualidad, ya que siempre está ahí para nosotros, solo hay que voltear a verla (como Dios Nuestro Señor). El 27 es por el salmo (sugerencia de mi hijo Mauri), el cual dice: "El Señor es mi Luz y mi Salvación"

Para redondear con broche de oro, les comento que la Luna tarda 27 días en darla la vuelta a la Tierra, cada 27 días es la Luna NUEVA, un nuevo comienzo, el inicio de un nuevo ciclo.

Cada que vengan a Luna 27, asegúrense de olvidar todo y dejar sus cargas atrás, para después de una sesión de relajación y tranquilidad, puedan retomar el camino e iniciar un nuevo ciclo.

Que curioso ¿no? Jamás pensé que la idea surgiría mientras corría. Pongan atención a su alrededor, la mejor idea puede llegar en el momento menos esperado.

GRACIAS a mi esposo por apoyarme siempre en mis locuras y a mis hijos por ser mi motor, inspiración y motivación cada día de mi vida.

¡Los Amo!

- Adriana T de Manzotti 💜